¿Qué tal van nuestros objetivos? ¿Vamos consiguiendo resultados? Estoy segura de ello. Aunque también, lo normal es que vayan surgiendo algún que otro problemilla que nos atasque el avance. Si es así estamos dentro de la estadística de la normalidad, ya que las dificultades no solamente las sufre Murphy.
Como sé que el mal de muchos no consuela demasiado, y ni la queja ni el desánimo pueden darnos soluciones, quiero compartir contigo tres preguntas que pueden desbloquearte ante un momento difícil: ¿QUÉ FUNCIONA? ¿QUÉ NO FUNCIONA? ¿QUÉ SE PUEDE MEJORAR? Son preguntas que te enfocan directamente en posibles nuevas decisiones.
Por otra parte no está de más revisar el objetivo y la estrategia que te has planteado. Puede ser que el objetivo sea demasiado ambicioso y que con los recursos actuales no puedas TODAVÍA conseguirlo. Ten paciencia, se constante. Del mismo modo, revisa la estrategia que utilizas para alcanzar tu meta, puede ser que los medios utilizados no sean los adecuados o necesites de ayuda externa para controlar los pasos a dar. No tengas miedo de contar con otros, de pedir ayuda. No podemos controlarlo todo ni saber de todo.
Espero que estas ideas te puedan mantener en tu objetivo y sentir la satisfacción de seguir creciendo.